Querido, querida mía:
¿Cómo has estado? Por aquí las cosas marchan bien, no puedo quejarme. Aquí los olores son más intensos, los colores son más brillantes y a donde vayas la gente te sonríe como si te conociera de toda la vida. Las cosas aquí son más fáciles, tal vez me esté volviendo loca, pero en este lugar las horas pasan más rápido, te parece que se te va el tiempo como agua entre los dedos, me resulta muy extraño.
La otra noche me puse a ver el cielo. Resulta increíble, pero aquí la luna parece no ocultarse nunca. Está en el cielo todo el día, sean las seis de la mañana, las doce del mediodía o las siete de la noche, es igual. Siempre está ahí, como observándonos, vigilante, nunca duerme. ¿Fue la luna lo que enviaste a cuidarme? Si es así, te pido que le recompenses como Dios manda, porque ella si que sabe como cumplir su trabajo.
Me pregunto si estarás viendo las estrellas como hago yo en este momento. ¿Sabes una cosa? Aquí hasta eso es diferente. Las estrellas se mueven, danzan en el cielo y brillan intensamente, como pequeños bombillos blancos todos encendidos a la vez, aquí deslumbran, fascinan. Es hermoso. El viento y el océano también me resultan grandiosos, cambiando siempre, moviéndose y moviéndonos como títeres, siempre a su disposición. Aquí las olas son enormes, furiosas, intensas; me pregunto si algún día tendré la valentía de adentrarme en ellas y ver qué pasa. Aunque dudo mucho que haga eso.
Te extraño, amor mío. Puede que todo aquí sea utópico, la gente, el océano, el viento, las flores, el cielo, pero sin tí esto no vale en lo absoluto. Ayer conté las flores del lugar, y no estaban completas, conté las estrellas, y faltaba una, conté los granos de arena y no estaban todos, conté a las personas y alguien faltaba. Tú, mi vida, faltabas tú, eres la flor que faltaba, la estrella que no estaba, el grano de arena que restaba, y la persona que me causaba un gran vacío en el pecho con su ausencia. Aunque todo aquí sea hermoso, a mis ojos está todo muerto si no estás tú. Me haces falta, como el aire, como el agua, como la luz o los sueños, sin tí los días que pasan no significan nada, sin tí mi vida es una simple rutina, sin ti esto no vale nada. Te necesito de nuevo a mi lado, necesito sentir tu calor, tu presencia, necesito que estés aquí.
Te amo.
Siempre tuya.
¿Cómo has estado? Por aquí las cosas marchan bien, no puedo quejarme. Aquí los olores son más intensos, los colores son más brillantes y a donde vayas la gente te sonríe como si te conociera de toda la vida. Las cosas aquí son más fáciles, tal vez me esté volviendo loca, pero en este lugar las horas pasan más rápido, te parece que se te va el tiempo como agua entre los dedos, me resulta muy extraño.
La otra noche me puse a ver el cielo. Resulta increíble, pero aquí la luna parece no ocultarse nunca. Está en el cielo todo el día, sean las seis de la mañana, las doce del mediodía o las siete de la noche, es igual. Siempre está ahí, como observándonos, vigilante, nunca duerme. ¿Fue la luna lo que enviaste a cuidarme? Si es así, te pido que le recompenses como Dios manda, porque ella si que sabe como cumplir su trabajo.
Me pregunto si estarás viendo las estrellas como hago yo en este momento. ¿Sabes una cosa? Aquí hasta eso es diferente. Las estrellas se mueven, danzan en el cielo y brillan intensamente, como pequeños bombillos blancos todos encendidos a la vez, aquí deslumbran, fascinan. Es hermoso. El viento y el océano también me resultan grandiosos, cambiando siempre, moviéndose y moviéndonos como títeres, siempre a su disposición. Aquí las olas son enormes, furiosas, intensas; me pregunto si algún día tendré la valentía de adentrarme en ellas y ver qué pasa. Aunque dudo mucho que haga eso.
Te extraño, amor mío. Puede que todo aquí sea utópico, la gente, el océano, el viento, las flores, el cielo, pero sin tí esto no vale en lo absoluto. Ayer conté las flores del lugar, y no estaban completas, conté las estrellas, y faltaba una, conté los granos de arena y no estaban todos, conté a las personas y alguien faltaba. Tú, mi vida, faltabas tú, eres la flor que faltaba, la estrella que no estaba, el grano de arena que restaba, y la persona que me causaba un gran vacío en el pecho con su ausencia. Aunque todo aquí sea hermoso, a mis ojos está todo muerto si no estás tú. Me haces falta, como el aire, como el agua, como la luz o los sueños, sin tí los días que pasan no significan nada, sin tí mi vida es una simple rutina, sin ti esto no vale nada. Te necesito de nuevo a mi lado, necesito sentir tu calor, tu presencia, necesito que estés aquí.
Te amo.
Siempre tuya.
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